En pocos rubros como en el vino, el diseño del packaging tiene tanta incidencia en la decisión de compra y disfrute.

La mayoría de nosotros podríamos no estar tan informados en el mundo del vino y cuando tenemos que elegir una botella como regalo o para nuestra próxima cena, en su mayoría elegimos dependiendo de la etiqueta.

Y por esto los expertos en marketing de las casas vinícolas de todo el mundo no escatiman ni esfuerzos ni recursos para construir un perfil de imagen que harán visible en sus diseños de etiquetas.

Si no fuera por la etiqueta, el vino se vendería a ciegas, sin un rostro, como se hacía varios siglos atrás. De hecho, la creación de la etiqueta surgió recién por el siglo XVIII, y tenía funciones netamente prácticas. Esto se debió a que luego del comienzo del uso de la botella de vidrio, era necesario asegurarse de qué año o para quién era el vino. Este tipo de cuestiones se anotaba con tiza o se escribía a mano en un trozo de papel anudado al cuello de la botella. Con el correr del tiempo se sumó la industria litográfica como proveedora del mundo vinícola. Con este avance las etiquetas comienzan a complejizarse, ya que empiezan a aparecer en ellas datos como añada, zona y también surge el concepto de marca.

“ Como se dice en la jerga del vino, la primera botella la vende el diseñador, la segunda, el enólogo”.

Varias encuestas reafirman que la mayoría de los consumidores eligen un vino por la etiqueta.

Y esto no sorprende: una etiqueta tiene el poder de sugerir y decir mucho sobre un vino: lo puede transmitir fresco, moderno o sugerir un cierto sabor. Hasta puede hacer que un vino se vea muy caro ( aunque este no lo fuera).

El boom de los vinos en lata.

La latas de vino se impulsa como una buena forma de atraer nuevos perfiles de públicos hacia el mundo del vino, principalmente el de los “Millennials”, y por que no, los Centennials (ver los puntos básico de cada Generación).

 

Este nuevo packaging de lata, ofrece a ilustradores y diseñadores un novedoso “lienzo”, pequeño, completo y de 360º, donde dar rienda suelta a su creatividad. Con metodologías actuales como el Mkt sensorial, es recomendable comunicar las sensaciones que nos acercan más y mejor al perfil del cliente deseado.

Aquí lo más importante, es hacer que el pedacito de papel de unos cuantos cm., o el área que nos ofrece la lata, permitan contar y transmitir una “linda historia”. Y que ésta nos contagie, nos comunique ese mensaje, para entonces tener ganas de probar el vino. Y así,….comprarlo.

FIN 🙂

Fuente: %%%///
Vinos en lata S.A. // Agosto2020