» El vino en lata, que ha salido prácticamente a la venta este año lleva casi un millón de litros de vino vendidos. Sin dudas este canal va a seguir creciendo», explicó por último el vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura.»

El INV informó que también crecen las exportaciones y esto suma a la disminución de stock y tonifica los precios..

Una buena noticia entre tantas malas en esta pandemia es el crecimiento popular del consumo de vino en el país. El Instituto Nacional de Vitivinicultura ha informado que el botellón de vidrio de más de un litro ha crecido en ventas un 50%, la damajuana un 9,6 % y casi un millón de litros de vino en lata.

Esta noticia sobresale en un contexto donde hay una exportación de más de 33 millones de litros por mes y un despacho de vinos al mercado interno mensual de 97 millones de litros, los stock de vinos que quedan en las bodegas bajan y con ello se va tonificando el precio de vino de traslado.

Conforme también a lo dialogado con dirigentes del sector, a este ritmo, cuando llegue junio del año que viene; fecha en la que recién se liberan los vinos nuevos, se puede proyectar una existencia de 3,5 meses de despachos. Volumen de vino límite con la que operan las bodegas.

Así, el viñatero que viene teniendo una escasa y nula rentabilidad desde las últimas temporadas, sumado a la baja productividad dada por las heladas, el granizo, las olas de calor y la falta de agua, ve estos números como una razón de mercado para que el precio del vino de traslado aumente y con ello recuperar algo de lo perdido años anteriores.

«La baja de las existencias la podemos explicar a la merma de la última cosecha en el país que rondó el 20 %, una baja de 500 millones de kilos menos, al 2019. Por ende elaboramos menos vinos y mostos. Los otros dos factores que han contribuido mucho es la recuperación del consumo de vinos en el mercado interno, como también el notable incremento en las exportaciones de vino y mostos» explicó el ingeniero Hugo Carmona Torres, vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura -INV-.

EL STOCK

Consultado por el concepto «meses de stock», el funcionario nacional explicó: «históricamente, y fundado en razones técnicas del manejo del vino en bodegas -necesidad de cortes, traslados, fraccionamiento, entre otros-, se habla de una existencia mínima de tres meses de despachos para que un establecimiento vitivinícola pueda operar normalmente. También hoy, nuevos estudios de investigación demuestran una relación entre el precio real del vino -ponderado conjunto- y las existencias de vinos en las bodegas para distintas fechas». Y agrega, «estos estudios definen cuatro escenarios:

  • Cuando el stock vínico cae por debajo de los 3 meses de comercialización -sumas despachos y exportaciones-, el precio real del vino se dispara rápidamente.
  • Cuando el stock vínico está por encima de los 4,5 meses el precio real del vino comienza a caer.
  • Si se mantiene el stock por debajo de 6 meses, si bien hay una tendencia a la baja, es moderada.
  • Por arriba de los 6 meses las caídas en los precios son abruptas».

Más allá de estos escenarios esta recuperación está dada por una creciente preferencia por los vinos tintos y también por los varietales, de la mano de precios más accesibles en los canales de proximidad, supermercados y ventas on-line. En cambio los espumosos han caído por una menor demanda por la pandemia, con pocos eventos, fiestas, y restaurantes con apertura limitada.

EXPORTACIONES

Las exportaciones de vino en agosto han vuelto a crecer un 10% respecto del mismo mes del año pasado, mientras que el acumulado en los ocho meses los envíos aumentaron 42% comparado con enero-agosto de 2019, según datos elaborados y difundidos por el Instituto Nacional de Vitivinicultura INV.

En cifras se han exportado en el año 273 millones de litros, 81 millones de litros de litros más que igual período del año pasado. Así, el INV registra un fuerte crecimiento en el volumen de las exportaciones de vino a granel del 118% acompañando por un no menos importante 4% en vinos fraccionados. España, China y Canadá son los principales destinos del granel mientras que Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y Paraguay son los principales compradores del vino argentino fraccionado.

A este panorama positivo en la producción vitivinícola argentina, se suma el crecimiento de las ventas externas de mostos concentrados. Acumulan un 7,6% de incremento para el periodo 2020 y son sus principales destinos EEUU, Arabia Saudita y Japón.

LOS NÚMEROS DEL VINO

  • 118  por ciento crecieron las ventas externa de vino a granel entre enero y agosto del presente año según el INV.
  • 42  por ciento crecieron en general las ventas de todo tipo de vinos entre enero y agosto del presente año.

El mercado interno

Durante el mes de julio de 2020 se registró un incremento del 21,7% en los despachos de vinos al mercado interno respecto a igual mes del 2019. Tintos, varietales y botellón, marcan la tendencia en consumo en Argentina.

Para el ingeniero Hugo Carmona Torres, vicepresidente del INV, «el consumo responsable en los hogares y acompañando a las comidas se ha incrementado durante este año. El vino es una bebida saludable por lo que ha sido revalorizado durante la pandemia. El consumo de vinos acumulado de los primeros siete meses del año revirtió una tendencia que afectó a la vitivinicultura argentina durante años».

Durante el mes de julio de 2020 se despachó vinos al mercado interno una cifra cercana a los 98 millones de litros. Un dato importante para el sector es que no se registraban cifras similares para un mes de despachos en los últimos siete años.

Asimismo, el crecimiento acumulado en los siete meses de 2020 representa un aumento del 9,4% con respecto a igual periodo de 2019. Se alcanzaron los 535 millones de litros de vino en lo que va del presente año. Este aumento acumulado en el mercado interno marca un cambio de tendencia respecto a lo que sucedió en los últimos años.

Al analizar los datos y disgregarlos, las principales tendencias de esta recuperación están dadas por una creciente preferencia por los vinos tintos y por los varietales, de la mano de precios más accesibles en los canales de proximidad, supermercados y ventas on-line. Los vinos espumosos si han caído claramente, dado por una menor demanda por la pandemia, con pocos eventos, fiestas, y restaurantes con apertura limitada.

«En cuanto a envases, la botella tradicional de vidrio gana terreno al mismo tiempo que los mega tamaños, como el botellón, impulsan crecimientos fuertes porque el argentino ha buscado en esta pandemia buena relación precio, y calidad. También ha vuelto la damajuana con un incremento en el año del 9,6 %. Estos valores indican que el vino vuelve a ser elegido por las clases populares. El vino en lata que ha salido prácticamente a la venta este año lleva casi un millón de litros de vino vendidos. Sin dudas este canal va a seguir creciendo», explicó por último el vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura.

Fuente: https://www.diariodecuyo.com.ar   – 19-09-2020